VITORIA - GASTEIZ
Mi primera party
Segundo día
Mañana del jueves, apenas habían pasado las 7 y ya estaba descubriendo la parte negativa de las parties: el cansancio. Y es que teníamos que dormir sobre un suelo duro, decenas de ronquidos a tu alrededor (y menos mal que como buen previsor me llevé un par de buenos tapones) y con todo eso en contra apenas contabilicé una hora y media de sueño. Al ratito ya volvía a nuestro puesto.
Tras un apestoso y caro desayuno a base de un donut rancio y liquido blanco con algo de sabor a café, bajamos de la cafetería y aproveché para fotografíar uno de los ocho "switches" que componían la intranet de la Euskal, eran realmente impresionantes, de marca Cisco, la red todo hay que decirlo no iba demasiado fina. Internet iba peor que un módem lento con una conexión regular, y la red interior iba solamente decentilla.
Y encima metieron la gamba queriendo acelerar el asunto, ya que hicieron 8 subredes (tantas como switches) que de forma lógica no estaban unidas, con ello solo consiguieron liar el asunto, y decenas de personas empezaron a sacar las típicas "armas" de red, con las que ir trazando un camino hasta el ordenador de Pepito que tiene decenas de videos guarros, saturando las puertas de enlace y ralentizando aún más el tema.
Y no os asusteis, este impresentable es AlucardX ;-)
Si, el mismísimo fascinerioso que administra #msx. Bueno, el chico es muy majo y fue divertido ver su Solaris reventando decenas de Windozes asquerosos. Junto a el un colega que aguantó despierto varios días y que acabó sobando encima del teclado, una escena de lo más impresionante para un novato como yo.
Poco a poco el lugar iba llenándose cada vez más, y hacia el mediodía ya el 75% del recinto estaba ocupado, el sonido ambiental crecía y mis hormonas subían como la espuma, daba igual el sueño, en mi vida me había sentido tan despierto, tan vivo, tan emocionado...
Ninguno nos habíamos enterado de los vales de comida de la Euskal, y comer salía demasiado caro, así que salimos al centro de Vitoria a aprovisionarnos y no gastar un duro más en alimentación. Nos llevó de paseo Kenshiro (curiosamente no sale en las fotos) con su fregoneta y acabamos ciertamente mareados entre el calor sofocante del sol y los paseos que nos dió entre los jardines particulares y los arboles de la acera de los accesos al aparcamiento de la Euskal.
Y llegó la tarde, con ella el 90% del recinto ocupado. A las 18 horas del jueves se daba el comienzo oficial a la Euskal, los atronadores altavoces del Fernando Buesa Arena empezaron a echar el polvo de un par de meses sobre nuestra cabezas, las pantallas gigantes se encendieron y proyectaron la intro oficial de la Euskal. Daban comienzo 4 días impresionantes.
A la izquierda teneis a Sabino, el principal organizador de la Euskal desde que hace ya mucho tiempo naciese dentro del velódromo de Anoeta, apenas eran medio centenar, ahora siguen siendo los mismos rodeados de centenares de P0s. ^_^
Sabino me dejó un recado para Sapphire: "¡Como a la próxima Euskal no vengas, te traemos colgado de las orejas!". Yo que tu iría Fernando... ;D
Hablemos del 34: ese número tan sectario que a mi me trae loco (y a muchos más), ¿quién me puede explicar esto?: Salí de mi casa tranquilamente para coger el autocar, llegué a las 9:34 en puntito a la estación de Avda.de América, miré y el andén para Bilbao era el 34. Una vez en Baracaldo vimos una tienda llamada ¡¡Promoto 34!! (¿no suena a ProMato?). Y no solo eso, la red de la Euskal tenía ¡¡34 Mbits!!, según me fuí de la Euskal y vi que esta página había tenido 34 visitas y la plaza asignada a nuestro amigo Andoni era la...34 claro. Que mundo más decadente, pardiez.
El recinto llegaba casi al 100%, te ponía la piel de gallina el ver desde arriba centenares de aparatos encendidos, y de nuevo te acordabas de esa gente que odia a los ordenadores...
Lo mejor vino con la noche, se apagaron las luces de ambiente y miles de estrellas poblaron el suelo, la imagen era fantasmagórica y sobrecogedora a partes iguales, jamás podría haber soñado con aquello. La gracia estuvo en la noche siguiente, hubo varios apagones y gracias a ellos sacamos la triste estadística de que más del 95% de los ordenadores tiraban de Windows, solo había que ver las pantallas azules del scandisk (sic).
Nuevamente el día llegaba a su fin, tras ver algunas demos, y ya a las 4 am decidí ir a la cama, Verónica se fue al dormitorio de chicas para tener que soportar menos graznidos, y yo tapones en mano regresé al infierno...